Los restos del María Rosa

Hay un buen amigo que publica en Facebook fotos de lo que fue nuestra flota pesquera, y el otro día publicaba la foto que acompaña esta publicación, y decía que eran los restos del María Rosa. Y claro, ese para mí no es un barco más, ya que fue el barco en el que mi padre estuvo de motorista durante muchos años, y también fue donde terminó su aventura "marinera" y se echó a "tierra" para iniciar su periplo como tendero, en aquella tienda en la entonces Avenida de la Victoria, en unos tiempos donde, con el "fiado", aquellos tenderos, como dice un amigo, "quitaron mucha hambre".

Yo me imagino que, de igual manera que ver esos restos del María Rosa evoca en mí el recuerdo de mi padre, en otros paisanos de mi generación (aquellos niños de los años 50-60 del pasado siglo), contemplar fotos o documentos de nuestra flota pesquera de aquellos años, es recordar a sus padres y familiares, que, como me decía alguien que lo vivió, "tantas fatiguitas pasaron" y tantas malas noches soportaron en aquellos "cascarones" donde más de una veintena de hombres convivían en aquellos largos "oscuros", y donde pasaban casi un mes sin pisar su casa.

En fin, una saga de hombres y mujeres, que, sin ningún género de dudas, fue lo mejor de aquel Barbate, y que algunos de ellos dejaron su vida, y una inmensa mayoría su salud, para contribuir al auge y crecimiento de nuestro pueblo, labor por la que solo recibieron a cambio unas exiguas "partijas", junto a aquellas jóvenes -aquellas muchachas de las fábricas de conservas- con un trabajo tan mal pagado como carente de derechos. Bueno, vamos a dejarlo aquí, no vaya a ser que algunos vean política partidista en lo que solamente es -o al menos lo pretende- un nuevo reconocimiento, uno más, de los que merecen aquella generación de nuestros padres y abuelos. Y como son fechas de recuerdos, emociones y homenajes, vaya este emocionado recuerdo para todos ellos, que a falta de reconocimientos o menciones "oficiales", tienen lo más importante, que es el reconocimiento, el cariño y el recuerdo de familiares y amigos, que los llevamos en nuestra memoria y en nuestro corazón. Salud.

Comparte en tus redes sociales
Anterior
Anterior

Un año se acaba y otro comienza, o no

Siguiente
Siguiente

Nuevo atentado en el Parque Natural