Cementerio, ¿gestión municipal? ¡No, por favor!

Tras el cierre del cementerio de Barbate durante el fin de semana, los vecinos han expresado su malestar vivamente, y espontáneamente se presentaron ante el Ayuntamiento la mañana del pasado lunes para afear a sus políticos que se estén produciendo estos cambios inesperados en la gestión y el tarifazo que desde hace un año se asumió.

El problema se remonta a la creación de una “fundación ficticia” (según el expárroco de Vejer Antonio Casado, aquí) que absorbió los cementerios parroquiales de Barbate y Zahara, entre otros. Con este control de Monseñor Zornoza y su administrador Antonio Diufaín, se ha producido el tarifazo y los cambios de gestión con criterios empresariales contrarios a los usos de los vecinos. En el caso de los cementerios de Barbate y Zahara, además, se da el hecho de que el obispado de Cádiz los inmatriculó a su nombre en los años ochenta, cuando están construidos sobre suelo municipal.

El hartazgo ha llevado a los vecinos a manifestarse contra sus políticos locales por no darles soluciones, y los mismos (con el alcalde Miguel Molina a la cabeza) han querido aprovechar la ocasión para constituirse en líderes de las reclamaciones, lo que no cuela. A tal punto llega la incomprensión sobre la materia y las ganas de protagonismo de Molina en este asunto, que lanza como proclama (y dice que así se lo pedirá al obispado en próxima reunión) la municipalización del cementerio. ¡No! En manos de la parroquia San Paulino, como siempre estuvo, es como siempre funcionó a gusto de los barbateños, señor Molina. Pero si su equipo de gobierno, señor Molina, no da abasto para resolver ni los viejos problemas de Barbate ni los que se van presentando (piscina, biblioteca, Casa de la Cultura, Centro Multicultural, acerados deficientes…), ¿cómo cree usted que vamos a querer los barbateños que el Ayuntamiento se haga cargo del cementerio? Solo faltaría eso. Otra oportunidad más para enchufar a alguno y para sabe Dios cómo gestionar el dinero. Con una deuda municipal próxima a los cien millones de euros que sus gobiernos han duplicado, señor Molina, cómo vamos a querer que queden más asuntos económicos en manos de usted. Ni Obispado ni Ayuntamiento, cementerio parroquial.

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