Visita a los restos en la EDAR

Estas dos fotografías son de esta misma mañana. Nos hemos acercado a las obras de la nueva EDAR de Barbate y hemos hablado con el arqueólogo de obra responsable de cifrar la relevancia de los hallazgos.

Hemos tenido suerte, cuando estábamos aparcando nuestro coche en la zona otro coche se disponía a abandonarla. Al verlo, por si acaso, le hemos hecho un gesto, se ha detenido, ha vuelto y ha resultado ser Alejandro, el arqueólogo de obra.

En primer lugar le hemos preguntado por la visita de arqueólogos de la Universidad de Cádiz y nos ha informado que fue Lázaro Lagóstena quien acudió. Lagóstena es integrante del grupo de investigación de la UCA “Patrimonio Histórico de Andalucía en la Antigüedad”. Recientemente lo hemos escuchado y visto en la Lonja Vieja, donde realizó una ponencia la semana pasada dentro de las jornadas “Primera Levantá”, y no nos será difícil pulsar su opinión sobre lo visto y conocido en su visita a las obras de la EDAR.

Alejandro, el encargado, es reticente a dar datos y formular hipótesis sobre los hallazgos, no es su responsabilidad, él trabaja para la constructora. Cerámicas y piedras es lo que le podemos sacar. Piedras, según él, que no puede ni se atreve a aventurar si pueden ser de un muro o un edificio. En este punto lo notamos algo excitado y señala la irresponsabilidad de las últimas construcciones aledañas sin ninguna clase de control. Así que no pero sí. No reconoce ningún hallazgo singular en su obra pero afea la irresponsabilidad con la que se alzaron los últimos edificios en construcciones particulares colindantes.

Dada su incomodidad con la improvisada entrevista, no le hemos consultado muchos más, nada sobre la posible antigüedad de esos restos que según un visitante anterior son romanos. Alejandro nos remite a consultar con la supervisora de Patrimonio de la Junta de Andalucía, María Eugenia García Pantoja, que está puntualmente informada y s quien puede y debe informar al público. Por el momento, no nos responden al teléfono en Patrimonio en Cádiz.

Las vacas pastan tranquilas, que hoy no tienen clase de Historia, y no nos ha parecido oportuno preguntarles por el pozo que hay en la zona (¿sabes dónde?) y al que rodeaba un círculo de 3 o 4 metros de diámetro formado por grandes bloques de piedra posiblemente megalíticas y procedentes de dólmenes. En esto, como en todo, se necesita memoria y colaboración ciudadana.

Cuando Alejandro definitivamente se ha marchado con su coche a buscar su desayuno, hemos dado una pequeña vuelta por los límites del recinto durante unos minutos y hemos constatado que sin su presencia las máquinas estaban paradas, se detuvo la excavación. En esto sí vemos buena y responsable señal.

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