La censura de Ana Valencia, Delegada de Cultura

Entrada de la Casa de la Cultura de Barbate y planta baja, fotografía de esta mañana.

Esta mañana hemos encontrado hueco en nuestra agenda para realizar dos visitas que estábamos deseando. De la segunda (la obra de la nueva EDAR) ya os hemos informado y lo seguiremos haciendo con nuevos pareceres (como el de Antonio Aragón, Técnico de Cultura, con quien hemos hablado); de la primera, os damos cuenta ahora.

En enero, en acto público, la Delegada de Cultura anticipó que en unos dos meses la Casa de la Cultura de Barbate reabriría, y nos pareció chocante que lo tuviera previsto para tan pronto sin contar con ascensor, como le observamos. Esta semana se ha producido la novedad de que la primera planta ha abierto al público, habilitada como sala de estudio mientras la Biblioteca no pueda prestar servicio. Nos parecía relevante acudir a comprobar la accesibilidad del edificio, y así lo hemos hecho.

Acceso a la Casa de la Cultura de Barbate

La entrada presenta dos vías de acceso, escaleras y rampa, que presentan un formidable aspecto.

La galería que hay a la derecha de la entrada pronto podrá albergar exposiciones, como todos deseamos, incluida la prometida del artista ruso Muhadin Kishev, cuyo anuncio (de Ana Valencia) publicó el Portal de Cádiz el día 29 de noviembre de 2023 y nosotros no recordamos cuándo. La promesa de esos días es que la muestra de Kishev se inauguraría nada más reabrir la Casa de la Cultura. Esperamos ansiosos la fecha.

Este exposición de Kishev es especialmente relevante porque el artista, enamorado de Barbate, nos quiere dar más, pretende donar en torno a 50 o 60 de sus obras para que queden expuestas de manera permanente, en museo propio, en nuestro pueblo. La firma del convenio está pendiente de la existencia de ese espacio museístico. Esperamos ansiosos la fecha.

Pero sigamos. Sigamos con la alegría de lo bien que ha quedado el salón de actos de la planta baja, al fondo, detrás de la pared que se ve en la foto tomada desde la entrada, la que nos han querido prohibir. Al fin recuperamos un espacio más formal y mejor equipado para charlas, conferencias, coloquios, presentaciones, proyecciones, representaciones, por qué no. Un espacio magnífico dentro de las posibilidades de nuestro pueblo que pronto acogerá las propuestas de los barbateños y de Cultura. Esperamos ansiosos la fecha.

Y todos estos espacios descritos son perfectamente accesibles para todos, independientemente de nuestra condiciones físicas, gracias a la rampa y escalera de entrada y la ausencia de escalones en la planta baja. Bravo. Por los visitantes, por los trabajadores y por quienes han proyectado esta reforma.

La primera planta no la hemos visitado. Ayuntamiento de Barbate ya difundió el pasado fin de semana imágenes de la habilitada como sala de estudio y nuestra preocupación no era esa; ni siquiera la nostalgia de aquella antigua y singular escalera por la que tantas veces hemos subido y bajado iba hacernos mirar con malos ojos la nueva, que hace que se gane algo de espacio en la primera planta. Y aunque es menos vistosa, es más funcional. No. Nuestra preocupación era comprobar si había espacio posible para instalar un ascensor que hiciese la primera planta accesible a todos los ciudadanos, ya sean estos visitantes o ya sean trabajadores de la propia Casa de la Cultura. Pues no, quien tenga movilidad reducida no podrá trabajar en la Casa de la Cultura y esto no es igualdad de oportunidades.

Esta era la foto que queríamos, la del espacio en que queda (o no) posibilidad de que se instale un ascensor. Informada la conserje de nuestro interés, llamó a la Delegada de Cultura para que autorizara las fotografías del interior del edificio convencida de que así sería. Le advertí que le dijera quiénes éramos. Viendo su ánimo poco dispuesto (no puedo decir más, que no estaba yo al teléfono en ese momento), la conserje me pasó su teléfono para que hablara con la Delegada de Cultura, Ana Valencia, que, tajante, vehemente y no muy serena, nos prohibió tomar esas fotografías. Lo más sorprendente, aparte de la negativa y el tono, fue la razón: mientras en nuestra página colabore Manuel Relinque, exsecretario del alcalde y voz crítica con él (a eso se refirió exclusivamente), nos advirtió que no contemos con su colaboración.

Informados estamos, señora Delegada de Cultura. Nosotros seguiremos dando voz a quien estime nuestro medio como un lugar para expresarse con razones, estemos o no de acuerdo con sus escritos y con su tono. De hecho, aprovechamos ahora para recordarle (y ponerlo en conocimiento del público) que, tras la única publicación de Manuel Relinque, le ofrecimos a usted la posibilidad de que alguna persona de su partido, preferentemente mujer, nos enviara colaboraciones, que nuestra actitud crítica no es en favor de ningún partido político ni en contra de ningún otro, que nos interesan las palabras y las razones de todos. ¡Pero si de lo que más acusamos al actual gobierno municipal es de su falta de respuestas! Que hable, que hable más. La invitación, ya pública, está vigente, esperamos que esta vez obtengamos alguna respuesta.

Por nuestra parte, si nos censuran, qué le vamos a hacer, es cosa suya y no nuestra. Nosotros seguiremos trabajando honestamente desde una posición colaboradora con el pueblo de Barbate y crítica con la realidad política, que es cosa de todos. Si eso conlleva que con nosotros nunca contraten publicidad y propaganda de su gobierno y solo lo hagan con un periódico impreso, adelante; si eso conlleva que nunca nos contraten para rehacer la página web de Cultura y hacerla fácilmente mantenible por personal de oficina, adelante; si eso conlleva que nunca nos contraten para sacar el máximo partido a las redes sociales oficiales del Ayuntamiento en beneficio de los barbateños y barbateñas, adelante; si eso conlleva… adelante. No aspiramos a puestos de trabajo en el Ayuntamiento ni a trabajar en exclusiva para el mismo. Nuestra vocación es servir a los ciudadanos y las empresas de Barbate, que van confiando más en nuestros servicios. La independencia, señora Valencia, es lo que más valoramos, es irrenunciable.

A nosotros sí nos tiene aquí, para colaborar y para criticar aquello que creamos merecedor de crítica.

La fotografía exterior, tomada tras la prohibición de Ana Valencia de tomar fotografías en el interior, es de las 9:50 horas de la mañana. Su veto por la colaboración de Manuel Relinque, crítico con Miguel Molina, unos minutos anterior. Su anuncio de que iba a denunciar a Manuel Relinque por un insulto machista, de horas más tarde.

Baste lo dicho. Bravo por poder volver a disponer de la Casa de la Cultura, qué pena que no sea para todos.

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