Aquella playa de nuestra niñez

Bueno, seguimos con la “trilogía playera”, y la foto que acompaña este escrito, y que veía publicada en las redes sociales, me sirve para seguir con estas “crónicas playeras”, entre el recuerdo y una cierta nostalgia. Y es que esa foto, cumpliendo aquello de que a veces “una imagen vale más que mil palabras”, define tantas cosas, que sería muy difícil plasmarlas en miles de palabras.

No sé la fecha exacta de la foto, pero intuyo que puede ser de los años 60, y por el “lleno” que había en la playa, seguro que debía ser domingo o día de fiesta, y con esa impresionante “marea vacía” se aprecia mejor la inmensidad de la “playa chica”, que sin ningún género de dudas, en aquellos años era la playa más “popular” de Barbate. Si observamos a la izquierda se ve el nido de ametralladoras; hoy “tragado” por la arena, y que entonces era una especie de “frontera imaginaria” entre la playa “chica” a la que solían ir nuestras madres las escasas veces que iban a la playa, y la playa “grande”. Como se puede ver en la foto no abundaban los bañadores, y así las mujeres estaban con sus trajes, o sus “bambos”, y los hombres con sus pantalones “arremangaos”. A los niños, cualquier cosa nos servía; ya fuera un pantalón corto o unos calzoncillos a los niños, o un trajecito corto a las niñas.

Cuántos recuerdos de aquel tiempo donde nuestras madres nos advertían del peligro de bañarse antes de que la Virgen del Carmen bendijera las aguas el 16 de julio, o de aquellos escasos domingos donde íbamos en familia de comida a la playa, “cargados” con las fiambreras metálicas, con sus tortillas de “papas”, sus pimientos fritos, y el “plato estrella”, que eran los “filetes empanaos”, y enterrábamos la sandía en la orilla cogida con una cuerda, junto con las botellas de cerveza, Casera, o....Mirinda, para que estuvieran fresquitas. En esa foto la playa y sus alrededores se ven todavía en estado “natural”, y posiblemente algunos de mi generación seremos uno de esos niños que corretean por la orilla.

En fin, recuerdos de un tiempo pasado, donde para los de mi generación se iniciaba la vida, y por todos ellos, y sobre todo por nuestros padres y madres que allí nos acompañaban, va hoy este recuerdo cargado de nostalgia y cariño. Como un signo más de cómo cambian las cosas, se acompaña junto a la foto “antigua”, otra foto de la misma zona, en su estado actual. Me imagino que habrá a quiénes les guste más como estaba en el pasado, y otros, sin embargo, que la prefieren como está en la actualidad. Como pasa con todo, “cuestión de gustos”. En lo que creo que debería haber “unanimidad”, es que tenemos una de las mejores playas “urbanas” de España, y esto no es pecar de “chauvinista”, sino como dirían nuestras madres, eso es el “Evangelio”. Salud.

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