Suave brisa
Ayer tarde,
José limpió los cristales,
no podía imaginar
el temporal de levante.
“¡Mira que no queda año!
Pa una vez que me adelanto
y lo hago a fin de marzo…”.
Carmela,
no te laves la melena,
que se va a llenar de tierra
en cuanto pises la acera.
¡Y, ay, pa qué hiciste dieta,
te va a tené que poné
cinco kilo en cada pierna,
que si no hoy tú vuelas!
“Menos mal que hay sequía
y no estoy lavando el coche,
que si no vaya derroche
tal como nos viene el día”.
Paco, hijo, no me digas tonterías,
que lo tuyo es guarrería
y un poco de economía,
que sabemos que te lavas
en las duchas de la playa.
Este verano, chiquillo,
a ver si te animas en casa,
que aunque cueste más el agua
ayuda contra el tufillo.
Y en fin, que así está la cosa
hasta las seis de la tarde,
soplando este ventazo
que remueve las gramíneas
y nos invita a quedarnos
a descansar en casita.