Viaje de contrastes
Bueno, preparamos la colaboración para enbarbate.com desde fuera de nuestro pueblo, y entre eso, y que estamos unos días "vacacionando", presiento que va a salir un escrito algo extraño. Y es que en mi caso, al margen de dedicar estos días a cumplir las benditas "órdenes de mi nieto", los mismos sirven también para cohesionar y " juntar" más a la familia en unos días de convivencia "intensiva" y alegría compartida.
Pero uno, que es observador por naturaleza, aprovecha estos viajes también para "aprender". Y en este, por ejemplo, comparto con ustedes algunas de estas enseñanzas.
Para poner el asunto en contexto, la salida ha sido a la provincia de Almería. Y el primer contraste es contemplar ese "mar de plástico" que forman los kilómetros y kilómetros de invernaderos. Bien, en el entorno de ese paisaje predominan personas venidas de otros lugares (me imagino que muchos de ellos en esos peligrosos viajes en patera) para realizar unos trabajos para los que no hay mucha mano de obra "nacional". Y así, transitando por esos invernaderos , se ven mayoritariamente inmigrantes en bicicleta, patinetes, o pequeñas "amotos". El ambiente es árido, duro y seco.
A escasos kilómetros de esos invernaderos, al adentrarte en la costa almeriense, aparecen urbanizaciones y hoteles, y aquí el paisaje es más "amable", con más verde y agua. En contraste con lo anterior, en esos hoteles (llenos hasta la bandera) es personal mayoritariamente nacional con el que te encuentras, por lo que a lo mejor a esos inmigrantes que tienen tantas "pagas" y perciben tantas ayudas no les llega para esto. Recapitulando, es el panorama que le escuchaba a los que en la generación de nuestros padres emigraron a distintos países europeos, donde ellos eran los inmigrantes y los otros los " nacionales ".
Otro contraste es observar con alegría (ya que yo me alegro de la alegría de los demás) cómo en estos hoteles predomina un turismo familiar, que me imagino que se "regalan" con mucha alegría y algún esfuerzo este viaje. Y eso no se corresponde con los agoreros presagios de "ruina" que anuncian una y otra vez algunos "patriotas".
Bueno, y, para terminar ya, los últimos contrastes, por ejemplo con mi escrito de la pasada semana, donde decía que "el final del verano llegó", y que visto lo visto, de eso nada de nada , ya que con o sin cambio climático, por lo visto tenemos verano para largo. Y el contraste de todos los contrastes es que una vez en casa, pasamos de las comidas pantagruélicas del "todo incluido" a volver a desayunar media tostada, almorzar un primero y "algo para encima", y cenar una tortillita francesa. Salud.