¿Solución contra el alga invasora?

Quienes tenemos cierta bonita edad, recordamos lo fácil que era coger y comer algunas coquinas en la orilla de la Playa del Carmen de Barbate, por ejemplo, y que no era raro encontrar en los bares de nuestro pueblo erizos y ostiones. Los científicos nos dicen hoy que es la sobrexplotación la causante de la desaparición de algunas especies de nuestro litoral, y el común se tira por lo fácil al pensar (o solo decir) que es culpa de los pescadores y mariscadores, como si a nosotros nos hubiera costado grandes exámenes de conciencia devorar esas exquisiteces y como si nosotros en nuestros respectivos trabajos no buscásemos siempre el máximo rendimiento para hoy, que mañana ya se verá lo que hay.

No pretendemos un análisis de las causas, solo recordar el abandono y la urgencia con las que trabajan nuestros pescadores y mariscadores. Y otra muestra de ese abandono es la situación de máxima precariedad en la que están trabajando por la invasión del alga Rugulopteryx Okamurae, a la que ya podrían haberle dado un nombrecito más fácil sin necesidad de culpar a otro continente de nuestro mal.

Pues al caso, hace unos días se han difundido las especulaciones de un grupo de trabajo del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria (IFAPA), que investiga cómo el erizo de mar podría ayudar a paliar la invasión. Al parecer, al paladar del erizo de mar le gusta más el alga que a nosotros su nombre. Así, la recuperación del erizo, cuya existencia está ahora en peligro, podría revertir la presencia masiva de okamurae. También se estudia cómo podrían contribuir peces hervíboros a este trabajo, en concreto se habla de la salema.

Sea como fuere, cuando el hombre juega a ser un dios existen imprevistos. El erizo de mar, que se cría a escasa profundidad, según crece en tamaño gana en confianza, se adentra en mayores profundidades y puede arrasar los fondos marinos si no hay especies depredadoras que controlen su crecimiento poblacional.

Especies depredadoras del erizo de mar son (según la web florayfaunamarina) el pez globo, el pez luna, la centolla (en su denominación barbateña) y el cangrejo ermitaño. La primera de las cuatro no la podemos identificar claramente, pues por pez globo se conocen tres especies distintas en Andalucía, y la más nombrada así lo es solo en el 31 % de los casos. Veamos un poquito más del pez luna, la centolla y el cangrejo ermitaño.

De entre las dos especies que Ictioterm reconoce como pez luna, creemos que florayfaunamarina se refiere a esta (Mola mola, en latín, y en Barbate más conocida como pez mula y peje mula), sin valor comercial por la dureza de su carne. Además se dice que puede provocar grandes destrozos en las redes de enmalle. Estas características hacen que no sea la especie idónea para poblar nuestra costa de depredadores del erizo de mar.

La centolla (Paromola cuvieri) es un crustáceo de gran tamaño, comestible pero de baja calidad. Además dice Ictioterm que es poco conocida (50 % de los entrevistados en los puertos atlánticos de Andalucía) y que se pesca, raramente, individuos aislados tan solo en el mediterráneo. Con estas características, tampoco parece que sea el candidato ideal para evitar una posible y lejana sobreabundancia de erizo de mar en la costa gaditana.

El cangrejo ermitaño (Dardanus arrosor), de hasta 6 cm de caparazón, vive en conchas vacías, con las que carga. Dice Ictioterm que es muy poco frecuente en las lonjas y que no se encuentra en los mercados de Andalucía. En nuestra experiencia personal sí lo hemos visto, los vendía uno de nuestros paisanos buscavidas dando testimonio de haberlos cogido en la orilla del río, detrás del polideportivo municipal. Con estas poquitas informaciones, sin indagar más, no parece que pueda compartir hábitat con el erizo de mar.

No entramos a observar las características de las aves marinas depredadoras del erizo de mar, pues estas los pescan en la orilla no en las profundidades.

Suponemos que los científicos que estudian el tema están mucho más avanzados en la materia. Les dejamos a ellos que cuando sepan algo cierto sobre la posibilidad de poblar de salema nuestra costa nos informen. Mientras tanto, no os vengáis arriba, la veda actual a la pesca del erizo de mar va para largo, y okamurae también. ¿Okamurae? Que muera, que muera.

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