Hubo un tiempo…

Bueno, salimos hoy de la "línea editorial" autoimpuesta en estos escritos, que tienen como principal protagonista a nuestro pueblo, o, mejor dicho, hablar de cosas y hechos de nuestro pueblo, eso sí, desde la particular visión del "lapo", que por supuesto nadie está obligado a compartir.

Y es que hace días leía una frase, que acompañaba a una foto en "blanco y negro", que decía algo parecido a que " hubo un tiempo en el que éramos felices,  y no lo sabíamos". Y aunque estas cosas siempre tienen "dos lecturas"... o más, me dio por cavilar, yendo a la parte más romántica y aplicándolo a algunos de nosotros, que a lo mejor  "hubo un tiempo", dónde aquí en Barbate, o en cualquier otro sitio, éramos felices y tampoco lo sabíamos. Hubo un tiempo, donde necesitábamos poco o casi nada para ser felices, o al menos intentarlo. Hubo un tiempo donde con muy poco creíamos que lo teníamos todo. Y claro, este asunto, visto con los ojos de hoy,  puede costar entenderlo, en un tiempo, donde a veces tenemos la sensación de que teniendo bastante más que entonces, no alcanzamos aquella felicidad.

Esta sensación puede tener muchas y variadas  moralejas: son otros tiempos. Hemos cambiado nosotros y nuestras circunstancias, o entonces nos conformábamos con muy poco, y hoy, donde podemos tener más en lo "material", posiblemente nos falte no sé si poco o mucho en el plano espiritual, en lo intangible, en esa "solidaridad innata" que había entonces, o vaya usted a saber qué.  O a lo mejor todo es más sencillo y lo que nos falta es la inocencia de aquella niñez, o aquel ímpetu de nuestra juventud, aquel querernos "comer el mundo" aunque  al final resultara que no nos lo comimos, y a veces la victoria fue evitar que el mundo nos comiera a nosotros.

En fin,  me imagino que una  vez pasado el impacto de la foto en "blanco y negro", y de la frase, seguro que nos damos cuenta de que en la actualidad, posiblemente, también somos más felices de lo que pensamos, y sólo falta que encontremos o apreciemos esas cosas, que a veces por "pequeñas y nimias" nos pasan desapercibidas, porque como dice el refrán "cada tiempo tiene su afán", y este que nos toca vivir, por supuesto que también. Así que, salud… y felicidad. 

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