¿Y el Parque Infanta Elena?
Julio y agosto ya pasaron, y ya pasó la programación cultural extraordinaria del verano. Algunos colectivos han sacado partido del espacio público y abierto del que disponemos en Barbate para celebrar espectáculos, el Parque Infanta Elena, pero el Ayuntamiento de Barbate no. El Ayuntamiento de Barbate ha preparado una programación especial flamenca para cada sábado, abierta y gratuita, y ha decidido que el lugar idóneo de celebración era una plaza pública sin iluminación ni sonido propicios en vez del Parque Infanta Elena. Bien está que la Velada Flamenca se reparta por diferentes escenarios en el Barbate viejo, ¿pero era necesario regalarle el espectáculo cada semana a la Peña Flamenca?
Porque eso ha sido, un regalo a la Peña Flamenca de gran valor económico. Transacción económica no sabemos que haya habido, pero la donación es evidente. La Peña Flamenca ha dejado de organizar este verano los espectáculos que ella costea y que se celebran (o celebraban) cada viernes. No le era necesario, ya tenía montado el espectáculo los sábados en la Plaza Carlos Cano sin coste alguno. Ahí la donación o el pago sin que haya mediado contrato con prestación económica directa entre el Ayuntamiento de Barbate y la Peña Flamenca.
En fin, decimos la Peña Flamenca, pero no creemos que los socios de la misma hayan salido muy favorecidos y contentos de este cambalache, pues no han podido disfrutar en las condiciones habituales, que son algo mejores, del cante, el toque y el baile. Así que, en vez de la Peña Flamenca, tal vez convendría decir que los favorecidos han sido los empresarios que la gestionan. ¿Los más perjudicados? En primer lugar, todos los bares y restaurantes a los que no les montan conciertos gratis delante de sus negocios; y luego todos, barbateños y visitantes. Porque no hemos podido disfrutar de las actuaciones como si se hubieran celebrado en el Parque Infanta Elena, y porque en el Parque Infanta Elena se puede montar una barra por la que el Ayuntamiento (y por tanto todos) cobre a quien se la conceda.
Observando las actuaciones de la actual corporación municipal, no dejamos de sorprendernos de las infinitas maneras de perjudicar al pueblo y favorecer a unos pocos. ¿Habrá sido intencionado?