“El que estudia aquí tiene doble mérito”
Pues sí, eso dicen algunos de nuestro pueblo. Se deben imaginar que esto es el lejano oeste estadounidense o la Nueva York que creció con las bandas o los Estados Unidos de la Ley Seca o de la mafia de origen italiano que tan buenos ratos nos han dado de cine y que tan difíciles han debido ser de vivir. No, Barbate no es ni el Bronx ni Sicilia ni Marsella ni la Colombia atenazada por el narco.
En Barbate todos los niños tienen acceso a la educación formal y lo hacen en un ambiente sin violencia. Pregunten ustedes a los niños y adolescentes de El Príncipe, en Ceuta, cuál es su entorno. Pregúntenles si han presenciado tiroteos, si les han matado a un familiar, si se han sentido amenazados en sus propias casas. Me dijo Amir en una ocasión, hablando en clase del reciente asesinato de un conocido de mis alumnos, “profesor, para que usted lo entienda, hay una pintada en el barrio que dice ‘Amamos nuestro barrio, soñamos con dejarlo’”. Ese es un ambiente hostil en que tiene un mérito indecible tener la cabeza y el ánimo para los estudios. Un abrazo para ellos, que allí los dejé.
Y váyase usted a Madrid, paisano barbateño, váyase usted a Vallecas, donde en un piso malviven varias familias y alimentan las colas del hambre. Ahí sí que tiene mérito estudiar. Y unos se sienten marroquíes y otros se sienten ecuatorianos y otros se sienten rumanos y otros gitanos… y tantos sentires distintos al del madrileño o el español y tan pocas ganas de entenderse con el otro.
¿Doble mérito estudiar en Barbate? Pues explíqueme usted qué múltiplo le pone a estos otros chavales.