Del Cine Atlántico al Cine Avenida, lecciones de actualidad

Hoy los cines sin lugares sin alma alejados de los núcleos de población y próximos a zonas comerciales, si no inmersos en ellas. En otra época, los cines eran obras monumentales. El mejor ejemplo, nuestro Cine Atlántico, ahí lo tienes, una de las salas más grandes y espectaculares de Europa. La imagen muestra la confluencia de la Avenida de Andalucía con la Avenida de la Mar. El añorado y perdido para siempre Cine Atlántico, inspirado, según dicen, en el Zoo Palast de Berlín, con más de cien años de historia.

Nuestro Cine Atlántico se inauguró en 1958 y tenía un aforo de unas 1.200 localidades. Se perdió en los ochenta cuando sus constructores, Crespo, se deshicieron de él y se levantaron los edificios que conocemos hoy. Se perdió una sala de cine y de teatro monumental, y se perdió no por el interés económico legítimo de sus propietarios, sino por la dejadez y la ignorancia de los políticos de entonces (Serafín Núñez era el alcalde), que no entendieron que era un bien estratégico para Barbate y que era una oportunidad para adquirirlo.

Pero no nos queremos entretener en explicar las muchas posibilidades que ofrecía el Cine Atlántico al pueblo de Barbate, porque nuestro objetivo hoy es explicar las que nos estamos perdiendo para el Cine Avenida y para Barbate por la incapacidad política.

Proyecto de nuevo Cine Avenida

No nos queda ni memoria de cuánto tiempo lleva cerrado, pero sí de las burlas echas al pueblo de Barbate a cuenta de él. La última, ¡qué bonito han puesto al acceso vial a un agujero negro! Que Peneque dice que el ayuntamiento, que el ayuntamiento dice que no hay dinero, y que fuentes de Cultura dicen que la reforma proyectada no es la reforma total necesaria. Y más, dice más.

El artista ruso Muhadin Kishev y Molina

Con esta fotografía, el ayuntamiento de Barbate difundió el 7 de abril de 2017 (aquí) que había llegado a un primer acuerdo con el artista Muhadin Kishev para crear en Barbate su fundación. Son en torno a 50 o 60 obras las que Kishev quiere en exposición permanente en nuestro pueblo en un espacio museístico propio que, siete años después, no tenemos. Según fuentes de Cultura, el espacio idóneo sería la primera planta del Cine Avenida, cuya reforma no está prevista en las obras interrumpidas actuales. Así están las cosas. Se nos irá Kishev.

Barbate es tierra de cultura, que nadie lo dude. Y junto a nuestra cultura atunera, cabe espacio para un museo de arte moderno y para un museo arqueológico en que albergar y ordenar el rico pasado de esta tierra.

Kishev no es solo un prestigioso artista internacional amante de nuestro pueblo, es una oportunidad de proyección mundial y de atraer durante todos los meses del año a nuevos visitantes de cualquier rincón del orbe, y en particular a sus compatriotas rusos, que solo vienen a Barbate a comer en El Campero y que sin embargo no veranean lejos de aquí.

¿Es tan difícil de entender que este hombre no se nos puede ir? Pues nació en 1939, que nos dure.

¿Y cómo se arregla el Cine Avenida? Nuestros políticos ya nos han demostrado sobradamente que son incapaces, y ya hay una sola cosa que pueden hacer, ceder la reforma, la gestión y la explotación del Cine Avenida a una fundación o entidad sin ánimo de lucro de reconocido prestigio.

Prueben ustedes. A qué esperan. ¿De verdad piensan en el interés de Barbate y no en el suyo propio? Pues si piensan en el interés de Barbate, ábranle la puerta a las fundaciones bancarias y quítense de en medio. Esta es nuestra oportunidad para disfrutar de un cine y teatro y museo propio.

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