Hace unos días, Viva Barbate publicó una bonita y entrañable entrevista al alcalde de Barbate, Miguel Molina. Nos alegramos de que el regidor de Barbate responda a las preguntas del periódico local, que no le deben resultar muy incómodas, y de que viva con esperanza y buenos deseos para todos el porvenir. Le deseamos lo mismo.

Nosotros, hace semanas, escribimos por redes sociales al alcalde y a su responsable de comunicación para pedirles información acerca de los nombramientos de 4 secretarios de alcaldía (cuando en el anterior gobierno era 1), y 2 asesoras técnicas (cuando antes no tenía ninguna) que solo cobran menos que el alcalde.

Estas cuestiones, planteadas legítima y cordialmente, parece que incomodan. Seguimos sin respuesta.

Con Miguel Molina la deuda del Ayuntamiento de Barbate sigue creciendo de manera imparable. Según fuentes municipales, asciende a 96 millones de euros.

Y no solo eso, la deuda con la Seguridad Social y Hacienda impide la percepción de muchas subvenciones y ayudas.

Y en estas, subidón espectacular de las remuneraciones de los concejales. En el anterior mandato, solo 2 superaban los 2 mil euros, entre ellos el alcalde. En este, los dos salarios más bajos son de 2 mil euros. La gran demayoría 2.750 €. Y aparte los 4 secretarios y dos asesoras técnicas. Los salarios de estas últimas próximos a los 40 mil euros anuales.

Los barbateños tenemos derecho a que se nos justifiquen los gastos, señor alcalde, y quienes participamos de la opinión pública somos los mediadores y fiscalizadores de las acciones políticas.

En una Ayuntamiento que padece tal bloqueo económico, por qué se contrata libremente a tantas personas y con tan altos salarios. Cuáles son sus responsabilidades y cuáles las necesidades que llevan a contratarlas. La falta de respuesta a preguntas tan simples, señor Molina, no hace más que alimentar las suspicacias, las sospechas y comentarios maledicentes.

Responda, señor Molina. Lo tiene fácil. En otra ocasión le preguntaremos por las publicaciones periodísticas que hablan de que intentó pagar una deuda personal con dinero municipal, y de las acusaciones del PSOE local de contrataciones ilegales, y de si usted maquinó para encarecer el precio del agua.