La indignación y la movilización ciudadana con las que los barbateños recibieron la subida de los precios del cementerio provocaron reacciones. Así nos enteramos de que la Iglesia había inmatriculado a su nombre el 1 de febrero de 1983 los cementerios de Barbate y Zahara de los Atunes, hasta entonces propiedad municipal.

El Ayuntamiento sigue sin reconocer esta realidad. O sí. En el día de ayer mantuvo una reunión con el Obispado de Cádiz para buscar puntos de acuerdo sobre la gestión del cementerio.

La gestión del cementerio la realiza del Obispado pero se asienta en suelos del Ayuntamiento. Por ello, el alcalde (Miguel Molina) y la primera teniente de alcalde (Ana Moreno) han planteado al Obispado una fórmula para que la gestión del cementerio continúe haciéndose “al menos en las mismas condiciones que a principios de 2023”, ya que “las tarifas que se han actualizado y aplicado son competencias del Obispado siempre y cuando fuera de su propiedad, cosa que no ocurre”.

A pesar de las severas discrepancias entre las partes, Ayuntamiento de Barbate y Obispado han acordado realizar cada uno un borrador con sus propuestas sobre la gestión del cementerio para luego debatirlas en una mesa de trabajo.

En todo caso, y en este caso, nuestros líderes municipales recogen el guante lanzado por la ciudadanía. Que cunda el ejemplo, para los líderes y para la ciudadanía.