Tras el asalto de Miguel Molina, alcalde de Barbate, a Margarita Robles, ministra de Defensa, en la Sierra del Retín el pasado 16 de mayo; la ministra ha respondido a la carta del alcalde en que le pedía presentarle su Plan de Singularidad, por el que reclama compensaciones a Barbate por la servidumbre militar en el Retín (CASR). Mantendrán una reunión en Madrid el próximo día 26 de junio.

Según Ayuntamiento de Barbate, “el alcalde ha puesto en conocimiento de esta reunión a los portavoces de todos los partidos políticos con representación en la Corporación, invitándoles a sumarse a esta reivindicación del pueblo de Barbate”. Y es que es notoria la “discriminación que sufre Barbate que, a diferencia de otros municipios, no recibe compensación alguna por la servidumbre militar de su término municipal”.

En base a ello, dice Molina, “invito a los portavoces a unirse porque este asunto tiene tanta importancia que requiere de la implicación de todo el pueblo, y, por ello ,queremos estar todos juntos para luchar por los intereses justos de nuestro municipio”.

Según otras fuentes, también acudirá a esta reunión el presidente de la Mancomunidad de La Janda, Javier Rodríguez, pues la institución supramunicipal también ha solicitado un encuentro en Defensa para tratar las competencias de Defensa en la comarca.

No es momento para medianías, ni para sí pero no ni viceversa. Cierto que el Plan de Singularidad ha sido encargado por el equipo municipal a una empresa extraña a Barbate; cierto que en ningún momento se contó con los portavoces de los otros partidos; cierto que si esos 411,5 millones de euros que se reclaman finalmente llegan a Barbate no hay ningún plan previsto para hacer uso o reserva ellos; cierto que no hay, en general, un plan de desarrollo e inversiones hecho con la contribución de todos los agentes políticos, económicos y sociales; cierto que tenemos experiencia para desconfiar de nuestros políticos en la gestión de los dineros de todos; todo ello es cierto, sí, pero ahora la batalla es por Barbate y por un reconocimiento y una compensación a presente y a futuro. No cabe discusión, por más que nos pese; solo cabe aceptación y adhesión al Plan de Singularidad. Esto en el ámbito local.

En el nacional, no se entendería que los socialistas, tan amigos de hechos diferenciales, según ellos no por cálculos camerales sino por principios, reconozcan la singularidad de las Bardenas Reales (por el que Defensa compensa a Navarra con 14 millones de euros al año) y no del Retín, con más del doble de terreno afectado.

No es momento para discusiones ni para plantear alternativas, ya hay un plan. Si queremos que alguien más se lo crea fuera de nuestro pueblo, todos con él. Ya tenemos experiencias pasadas de grandes promesas y acuerdos políticos incumplidos con agentes nacionales por este mismo punto (CASR). ¿Vamos a permitir que nos vuelva a pasar? Nuestro políticos sabrán si están con Barbate o están con sus partidos, y después del 26 de junio lo sabremos todos.