El Primer Encuentro Vecinal convocado por la Delegación de Participación Ciudadana y celebrado hace dos meses fue un fracaso. Estaba abierto a la formulación de preguntas y peticiones, y los participantes que las formularon chocaron contra un muro. No obtuvieron respuesta y se toparon con una voluntad férrea de los concejales presentes de no darlas ni entonces ni en el siguiente encuentro si requerían consulta y estudio. Ante este bochorno, impusieron la censura. Prohibieron a Onda Barbate TV retransmitir la sesión, que era pública y abierta.

El Segundo Encuentro Vecinal, celebrado el pasado mes, ya no fue tan abierto (qué susto, debieron pensar) y limitaron la cosa a no sé qué de parques y jardines. Todavía se admitía, restringida a estos temas, la formulación de cuestiones y sugerencias por parte de los asistentes.

El Tercer Encuentro Vecinal, celebrado ayer, ya fue una mera exposición, una charla, un discurso dirigido al público asistente. Se acabó la participación ciudadana, no quieren que hablemos y cuestionemos y formulemos sino aleccionarnos. Oh, qué grandes maestros. Muestra de esta voluntad es el anuncio de la temática para el IV Encuentro Vecinal: “la limpieza de las calles, sobre todo, en lo relativo a la suciedad provocada por aquellas personas que no recogen los excrementos de sus mascotas”. Ea, ya sabéis, si tenéis perrito y no recogéis las caquitas, acudid al IV Encuentro Vecinal convocado por Ana Valencia para que os echen la bronca. Y si no tenéis perrito y sufrís por las caquitas, acudid a cargaros de argumentos, que seguro que os darán al menos cien.