Leña al fuego en el Retín
Hace 31 años los barbateños se sintieron traicionados por sus políticos con la expropiación del Retín por parte del Ministerio de Defensa. Para más inri, esta expropiación nunca fue justamente compensada al municipio de Barbate, que ya parece no tener interés en la materia.
Esta sierra tiene importantes valores naturales y un rico patrimonio histórico y cultural. Unión de dos mares y paso entre dos continentes, desde el neolítico ha acogido diferentes civilizaciones, hasta culturas mediterráneas como tartesios, fenicios, cartagineses, romanos y árabes. Dólmenes megalíticos, pinturas rupestres, muralla ciclópea, calzada romana, tumbas antropomorfas, son vestigios negados a los barbateños y sus visitantes por su inaccesibilidad, al estar hoy todo ello en el Campo de Adiestramiento militar Sierra del Retín. En cuanto a su riqueza natural, incluye carnívoros como el zorro, el gato montés, el meloncillo y la jineta, y aves de presa como el halcón abejero, el milano negro, las águilas calzada y culebrera y el cárabo. Las vacas pueden seguir pastoreando hoy por la zona, pero ¿cuántas desgracias se han conocido de aquellos buscavidas que con la pérdida del Retín siguieron acudiendo como si nada a buscar tagarninas y lo que el monte les daba?
Barbate ya no parece lamentarse por la pérdida del Retín, ni siquiera por no haber sido compensado con justicia por su expropiación. Y, así las cosas, el Campo de Adiestramiento Sierra del Retín (CASR) es hoy un enclave estratégico que no para de crecer en importancia. El pasado 26 de octubre se cerró el plazo de presentación de ofertas para construir en el CASR un poblado urbano de operaciones militares (Military Operations in Urban Terrain o MOUT, en inglés), cuyo objetivo es el entrenamiento en entornos urbanos. Más leña, más leña al fuego en el Retín. Y los barbateños ya ni miran cómo les destruyen su patrimonio.