Bueno, va hoy un escrito, fuera de " orden y de todo", y a lo mejor, como diría “El Trinchera", para intentar dejar "pensando" a la gente (al menos a la que lea el escrito) y seguir hablando de nuestra Feria del Carmen, o mejor dicho, tomando como hilo conductor del escrito el título del Pregón de Feria, que llevó a cabo el popular periodista de nuestra tierra, Modesto Barragán.

No tuve la oportunidad de escucharlo, pero es verdad que el título es impactante, para un pueblo como el nuestro, que como todos los " puertos de mar ", ha recibido los embates de muy distintos "temporales", y que por tanto se ha curtido resistiendo vendavales de todo tipo.

Por eso me ha parecido tan adecuado el título del pregón: "la grandeza de Barbate", centrada sobre todo en sus gentes, en esos hombres y mujeres que tanto han dado por nuestro pueblo. Y como todos aquellos amigos que seguís estos escritos sabéis, para mí los más "grandes" de mi pueblo, no son (ni ahora ni nunca) quienes se consideran "grandes hombres”… o mujeres, aunque es verdad que la mujer (posiblemente porque es más inteligente que el hombre) en estos asuntos es más " recatada", más comedida, más modesta, en definitiva… más inteligente.

Por ello, para mí, de los que he conocido, comenzaré por decir, que los más grandes fueron la generación de nuestros padres. ¡Cuánto dieron por este pueblo, y qué poco recibieron a cambio! Esos hombres que otras veces he ejemplificado en mi padre, y en tantos como él, que dejaron su salud y algunos de ellos su vida, trabajando en unas condiciones "penosas y lamentables", para que durante las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo, Barbate emergiera como esa "potencia" pesquera y conservera que fue. Como tantas veces os he dicho, cuanto dieron en esfuerzo, en trabajo, en "malas noches" en la mar, y, en definitiva, " levantando " un pueblo y un país, ya fuera desde la "ma" o desde tierra; y qué poco recibieron a cambio, aunque posiblemente eso, fijaros lo que os digo, los hace más "grandes" todavía.

Si me voy por la generación de nuestras madres, es que ya me " englorio" por la admiración que siento por ellas. Esas muchachas de las fábricas, que como le leí a alguien, a veces de madrugada y con un simple "café bebío", comenzaban su jornada de trabajo, casi siempre con una "sonrisa en la boca", aunque a veces, quién sabe, esa sonrisa escondiera alguna que otra pena. Esas mujeres, la mayoría analfabetas. Cuántas veces les oímos a las que tuvieron ocasión de acceder a una mínima formación, que sabían leer, escribir, y las "cuatro reglas". Pero qué capacidad para llevar sus casas adelante, qué inteligencia natural para sacar de donde "no había". Os he comentado alguna vez que recuerdo todavía a algunas de aquellas mujeres que iban a comprar a la tienda de mi padre, y que hoy cuando veo a sus hijas, me traen el recuerdo de sus madres.

En fin, que esa es la " grandeza " hablando en pasado, que hoy he querido reflejar en mi escrito. Y en presente, ya lo desarrollaremos más ampliamente en otro escrito, aunque como decía en un anterior escrito, pues los "grandes ", por ejemplo, pueden ser esos camareros que a primera hora te atendían en la cafetería, esas personas con las que me cruzaba tempranito y que acudían a sus trabajos, o esas gentes de nuestro Mercado de Abastos, que a muy primera hora de la mañana los veía poner en marcha sus negocios. Y fijaros lo que son las cosas, eso me trasladaban a mí cuando siendo un niño iba con mi padre al "palenque", y esa mercancía después los hermanos Rueda y Manolo la llevaban a la tienda en un isocarro. Hoy me suelo cruzar mucho con Manolo, y cuando lo veo con su andador siento una mezcla de emoción y admiración por tantas personas modesta como él, que siguiendo con lo del título del escrito, para mí, son los "grandes" de mi pueblo.

En fin, lo dejo que me emociono y no termino el escrito. Salud.

P.D. Ya que admiro tanto a las mujeres de aquella generación, acompaño el escrito con una foto de 1950 donde aparecen algunas de ellas, en un partido del Barbate C.F. El campo puede estar en las Casetas del Río. Y por la indumentaria veraniega, pudo ser un partido en la Feria del Carmen de aquel año, que todavía creo que era Velada.