Las jornadas celebradas los pasados 11 y 12 de abril en La Lonja Vieja han sido un éxito de público. La almadraba, el atún, Barbate y, en general, el estrecho y la costa gaditana en época moderna y antigua han sido los protagonistas de las conferencias y mesa redonda. Los broches de cada una de las sesiones, respectivamente, teatro y flamenco, porque el mundo del atún trasciende lo gastronómico e impregna toda nuestra cultura.

Los barbateños han acogido muy bien estas sesiones que han contado con gran asistencia de público, pero no todos. Los patrocinadores, empresas almadraberas y conserveras que son quienes mejor conocen la realidad actual, no han tenido la presencia esperada y deseada, ni en las mesas ni en la prometida degustación de productos de almadraba, que se limitó a un guiso cada día.

¿Las conferencias? Quien no fue no lo sabrá, pues no queda registro. Las que pudimos atender nos resultaron de gran interés y valor, pero ahí quedan, en palabras que acariciaron los oídos de los asistentes y nada más, ya que, que sepamos, no se publicarán (lo que convendría para aumentar nuestro acerbo y ordenarlo) y no se grabaron para dejar huella videográfica y memoria permanente.

Esperamos que en próximas ediciones, que seguro que las habrá, los organizadores sepan rematar su excelente propuesta con estas pequeñas y significativas mejoras. Las jornadas son el pretexto, lo significativo es profundizar en el conocimiento de nosotros mismos y nuestra memoria y dejarlo documentado.