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Fortificaciones y Memoria Histórica

Los restos aparecidos en Barbate en la obra ordenada por Costas en el Paseo Marítimo para ceder espacio a la naturaleza (espacio que ocuparía igualmente aunque no le diéramos permiso), ha avivado la imaginación y la memoria de los barbateños para explicar de qué se trataba. Decimos se trataba porque en la mañana del día 21 de octubre comenzó su destrucción. Pero, ¿es esto legal y acorde a la Memoria Histórica?

Al fin algunos barbateños se manifiestan y dicen que sí, que saben lo que había allí. Que si eran los cimientos de unos apartamentos que se derribaron, que si una discoteca, que si lo visto tiene la apariencia de una pileta de salazón que podría ser romana, que si sí, que otros afirman haberse tomado muchas cervezas en el búnker y somos tontos por no recordar o conocer su existencia. Qué será será.

Sea lo que fuere, sabemos cómo se las gasta la Junta de Andalucía. El Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate es un espacio protegido creado por la propia Junta. Y esa protección significa que allí nadie puede construir… salvo la propia Junta, como hizo talando cientos de pinos para construir el carril bici. ¿Había realmente frente a la casa del Conde de Barbate los restos de un búnker o un nido de ametralladoras? Si es así, las administraciones públicas estaban en la obligación legal de protegerlo, y no lo decimos nosotros, lo dicen expertos (Sebastián Marqués Bautista y Ángel J. Sáez Rodríguez) de los que a continuación recogemos fragmentos de un texto suyo y enlace al mismo en su integridad.

Las construcciones defensivas

La Guerra Civil vio algunos de sus frentes largamente estabilizados, permitiendo la creación de líneas fortificadas opuestas de uno y otro bando en Asturias, “cinturón de hierro”, de Bilbao, Madrid, líneas del Cinca y del Canal de Urgell en Cataluña entre otros lugares. La singularidad de la respuesta ofrecida por los servicios de fortificación a las muy diferentes realidades encontradas en los campos de batalla generó innumerables tipos formales.

Al finalizar la guerra, el nuevo Estado nacional abordó dos proyectos de fortificación de fronteras que serán los últimos creados de su tipo en Europa occidental. La Línea Pirineos y el sistema del Campo de Gibraltar responden a la amenaza que el Estado Mayor del Generalísimo intuía en las potencias vecinas y vencedoras de la guerra mundial. En ambos se concretaron las enseñanzas adquiridas en la guerra y los influjos de los modelos de fortificación aplicados en Europa desde el final de la Gran Guerra. En la costa sur de Andalucía se erigió el sistema defensivo del Campo de Gibraltar durante el período 1939-1945, que todavía recibió algunos añadidos posteriores. La investigación más solvente sobre este asunto maneja documentación con las órdenes del Generalísimo a Queipo de Llano para establecer un dispositivo defensivo “con toda urgencia” en “los accesos del peñón de Gibraltar a La Línea (…) en evitación de una sorpresa”, ante una supuesta amenaza franco-británica procedente del Peñón. Enseguida, las obras blindadas se extendieron notablemente. Llegaron a cubrir ambas orillas de los cuatro kilómetros finales del río Guadiaro, todo el litoral comarcal y se extendían hasta las inmediaciones de cabo Roche, en Conil de la Frontera. En total, 130 km de costa litoral y fluvial, tanto con playas bajas y arenosas como altas y acantiladas.

Algunas consecuencias positivas

La existencia de tales instalaciones militares en la costa norte del estrecho de Gibraltar, limitaron la expansión urbana y preservaron unos paisajes sin parangón situados a la vista del Estrecho. Sobre todos ellos se ejercía la jurisdicción del MACTAE, dedicado al control de este espacio geoestratégico de primer orden.

Sus restos, hoy

Todos estos elementos monumentales, como bienes patrimoniales públicos que son, se encuentran bajo la tutela y protección teórica de la Junta de Andalucía. En primera instancia, el deber de conservación de tales bienes corresponde al propietario de los terrenos. Por si fuera poco, es doctrina de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que, al ser elementos defensivos, tienen protección por ministerio de ley (Decreto de 1949 que asumen las leyes 16/85 del Patrimonio Histórico Español y 14/2007 del Patrimonio Histórico Andaluz).

La Memoria Histórica

Se considera como Lugar de Memoria Democrática de Andalucía (LMDA) aquel espacio, inmueble o paraje (i) que se encuentre en Andalucía, (ii) revele interés como patrimonio histórico por haberse desarrollado en él hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados con la lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades democráticas, así como con la represión y violencia sobre la población por el golpe de Estado de 1936, la dictadura franquista y por la lucha por la recuperación de los valores democráticos hasta la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía de Andalucía, y (iii) que haya sido inscrito por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía en el Inventario de Lugares de Memoria Democrática de Andalucía (ILMDA).

Probablemente falte la tercera pata. En Barbate ya hemos visto destruirse restos similares con anterioridad, pero seguramente entonces la Ley de Memoria Histórica no estaba vigente. Hoy sí. Aquí el enlace a la publicación completa de Marqués y Sáez. Y a continuación la constatación de la mutilación de una de estas estructuras en La Línea de la Concepción, convirtiendo un recuerdo de una España militarizada en una obra de arte conceptual.